Avoid the cheap dopamine trap.
20 October, 2023You don’t need more motivation. You need more discipline.
3 November, 2023It all starts with an idea, right? It pops into our heads, we mull it over, we see all the reasons why it wouldn’t work, until one day, it happens, and we decide to take action. We dive into learning about this new activity or skill, we practice, we struggle to grasp it, it feels tough, and sometimes we even throw in the towel halfway, blaming our classic excuses like “I don’t have time,” “I don’t have the resources,” or “I don’t get support at home”…
The truth is anything we want to do in life that involves learning something new is going to be a challenge. And I’m not just talking about the financial cost, but the effort, patience, and perseverance it takes to master something new. Think about it, when we learn to drive, at first the car stalls, we must focus, shift gears, use indicators, all while nervously scanning the road, trying to juggle all these new processes. After a while, we’re sipping coffee, chatting on the phone, to the point where we often don’t even realize which route, we took or what happened on the way to our destination.
The same goes for anything we tackle. My first bike ride was an absolute ordeal. Coming from a crossfit background and not being a cardio enthusiast, I did 15 kilometers. I felt like I was about to cough up my lungs while people breezed past me like I was standing still. All I could think was that they probably couldn’t squat 180 kgs like I could, but this humbling experience taught me a few things.
First, progress isn’t a straight line. The “valley of disappointment” is where 90% of human dreams go to die. You can see it in the graph.
But if we manage to push through that point of failure, where we don’t get it, where we get frustrated, where we feel like we’re not moving forward, our best ally shows up: time. One day we realize that editing that video we used to redo 15 times and took us 2 hours, now only takes 10 minutes. That hill that seemed unconquerable is now our easy ride.
The pros call it “second nature”, when we’ve repeated something so many times that we can do it unconsciously, with no real effort. And to get to there, you need repetition, iterations, over and over again, until one day it stops being hard. But to get to this point, you’re going to have to make a lot more mistakes than you thought were necessary. Think of it like watching grass grow. If you check it after one day, it hasn’t budged an inch. But if you come back two weeks later, it’s a whole different story.
Remember what Miyamoto Musashi said, “It may seem difficult at first, but everything is difficult at first.”
Keep pushing, you’re doing great!
Cheers, Daniel.
VERSION ESPAÑOL.
lectura 4 minutos.
Entre más lo hago, mas fácil se vuelve.
Todo empieza por una idea, nos ronda la cabeza, la analizamos, vemos las razones porque no funcionaria, hasta que finalmente sucede y un día decidimos pasar a la acción.
Arrancamos a aprender sobre esta nueva actividad o habilidad, ensayamos, no entendemos, nos parece difícil y abandonamos a mitad del camino justificando nuestro fracaso en las clásicas razones “no tengo tiempo”, “no tengo los recursos”, “en mi casa no me apoyan” …
La verdad es que todo lo que queramos hacer en la vida que implique aprender algo nuevo, nos va costar y no solamente hablo del precio financiero, si no del esfuerzo, la paciencia y la perseverancia para aprender algo nuevo.
Mirémoslo como cuando aprendemos a manejar, al comienzo se nos va a apagar el carro, tenemos que estar concentrados, medir los cambios, ver las direccionales, todo mientras miramos la vía asustados intentado tener todos estos procesos nuevos en marcha.
Al cabo de un tiempo, vamos tomando café, hablando por el celular a tal punto que muchas veces ni nos damos cuenta que camino tomamos y que paso en el trayecto hacia donde nos dirigíamos.
Lo mismo aplica con todo lo que hagamos, mi primera montada en bicicleta fue un completo calvario, viniendo de crossfit y no siendo un amante del cardio, hice 15 kms, sentí como iba a vomitar los pulmones mientras veía personas que me pasaban como si yo estuviera pinchado.
En mi mente solo pensaba que ellos no podían hacer sentadillas con 180 kgs como yo, pero esta lección de humildad me enseño varias cosas.
La primera es que el progreso no es un proceso lineal, el valle de la decepción es la zona donde mueren el 90% de los sueños de la humanidad.
Pueden verlo en el gráfico.
Pero si logramos sobrepasar ese punto, donde fallamos, donde no entendemos, donde nos frustramos, donde sentimos que no avanzamos.
Aparece nuestro mejor aliado el tiempo, y nos damos cuenta un día que editar ese video que antes debíamos hacer 15 veces y nos demorábamos 2 horas ya se vuelven 10 minutos.
Que la loma que nos parecía inconquistable ahora se vuelve nuestra rodada de descanso.
Los profesionales lo llaman segunda naturaleza, cuando hemos repetido tantas veces algo que ya inconscientemente logramos hacerlo sin el mayor esfuerzo.
Y para llegar a este punto, se necesita repetición, iteraciones, una y otra vez, hasta que un día deja de ser difícil.
Pero para llegar a este punto, vas a necesitar haber cometido muchos más errores de los que pensaste que iban a ser necesarios.
Míralo como ver crecer el césped, si miramos el crecimiento en un día, no se mueve en lo más mínimo.
Pero si volvemos 2 semanas después, es otro escenario completamente diferente.
Recuerda lo que dijo Miyamoto Musashi: “Puede parecer difícil al principio, pero todo es difícil al principio”.
Antes de juzgar tu progreso, analiza donde has llegado.
Saludos, Daniel.